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Una sociedad no amigable para la discapacidad movil

Por: Karla Elizabeth Navarrete Robles
Tepic
Fecha: 13-08-2025

Trasladarse de un punto a otro puede ser una tarea sencilla para la mayoría, pero para miles de personas con discapacidad motriz en Nayarit, cada recorrido implica sortear obstáculos que ponen en riesgo su integridad. Y no se trata de un reto deportivo, sino de la vida diaria en una ciudad que no cumple con la accesibilidad que marca la ley.

Recientemente, un video difundido por el colectivo "Chuekoras" mostró a sus integrantes practicando en la Ciudad de las Artes Indígenas para aprender a subir escalones, debido a la ausencia de rampas en la zona. La grabación se volvió viral luego de que elementos de policía les pidieran retirarse, argumentando que ponían en riesgo su vida. 

 "Se nos acercó un oficial y nos dijo que eso no estaba bien, que poníamos en riesgo nuestra vida. Pero nosotros lo hacemos día a día para adaptarnos a la ciudad, porque la ciudad no está adaptada para nosotros" Omar González, integrante de "Chuekoras" 

Las dificultades son constantes. Rampas mal diseñadas, interrumpidas por escalones o que terminan en banquetas imposibles de acceder, obligan a usuarios de silla de ruedas a circular por la calle, exponiéndose a accidentes.

 "Hay rampas que se suponen o que tendrían que ser inclusivas pero no lo son" "Tienen que irse por la calle porque pues no pueden subir ese tipo de rampas" Omar González, integrante de "Chuekoras" 

La falta de infraestructura adecuada no solo representa una barrera física, sino que también genera riesgos y situaciones de discriminación. Algunos transeúntes se molestan al ver a personas con silla de ruedas "estorbando" el paso, sin considerar que su movilidad está limitada por un diseño urbano excluyente.

 "Arriesgamos nuestra integridad por llegar a un punto, tenemos que bajarnos y pues mucha gente reniega hasta con nosotros porque vamos estorbando" Omar González, integrante de "Chuekoras" 

En Nayarit, según datos del INEGI, más de 36 mil personas viven con discapacidad motriz, lo que representa alrededor del 2.5% de la población estatal. Sin embargo, la infraestructura incluyente sigue siendo escasa y muchas veces inoperante.

"Que cumplan la ley, que hagan las adaptaciones funcionales? y que la ciudadanía respete los cajones para personas con discapacidad y no nos pongan más obstáculos" Omar González, integrante de "Chuekoras" 

En una ciudad que todavía presenta más barreras que accesos, la experiencia de "Chuekoras" recuerda que la accesibilidad no es un favor, sino un derecho. La inclusión se construye con voluntad política, infraestructura funcional y empatía ciudadana; sin estas condiciones, la movilidad seguirá siendo un desafío diario para miles de nayaritas.



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