El crecimiento de las ciudades ha llevado a que cada vez más personas habiten en zonas poco adecuadas para la construcción. Colonias completas se han desarrollado en laderas, márgenes de ríos o terrenos pantanosos, lo que incrementa el riesgo de tragedias, sobre todo durante la temporada de lluvias.
"Las ciudades, no solo Tepic, las ciudades se han formado a base de la necesidad del crecimiento de la población, lamentablemente no se han seguido los lineamientos ni locales, ni estatales, ni federales en algunas zonas para poder habitarlas y construirlas" Norberto Mondragón, Director de Protección Civil de Tepic
La vulnerabilidad de estas áreas quedó evidenciada hace algunos días en la comunidad de Otatiste, municipio de Tepic, cuando un cerro se desgajó tras intensas lluvias. El derrumbe sepultó una vivienda donde se encontraba una pareja joven, quienes perdieron la vida en el lugar.
"Se construyeron en lugares altamente inundables, en lugares en laderas inestables, al margen del río Mololoa o al margen de los zanjones naturales que obviamente tienen el escurrimiento pluvial de todos los años, hay zonas que también se construyeron en zonas altamente peligrosas con el tema geológico, es decir, son zonas pantanosas, volcanosas, el tema de la laguna" Norberto Mondragón, Director de Protección Civil de Tepic
La Comisión Nacional del Agua estima que, en cada temporada de lluvias, hasta 30% del territorio de Tepic se encuentra expuesto a riesgos de inundación o deslaves por las características de su suelo y ubicación. Además, el 70% de los asentamientos irregulares en la capital se han levantado sin estudios de impacto urbano ni permisos oficiales, lo que incrementa la vulnerabilidad de sus habitantes.
La deforestación es otro factor clave, ya que en Nayarit se han perdido más de 3,500 hectáreas de cobertura forestal en los últimos cinco años, lo que reduce la capacidad de los cerros para retener agua y aumenta el riesgo de desgajamientos. En el ámbito social, se estima que unas 35,000 personas viven en zonas de alto riesgo en la capital, la mayoría de ellas familias de bajos recursos que no tuvieron opción más que construir en terrenos inseguros.
Elegir un sitio adecuado para construir no solo garantiza la estabilidad de la vivienda, sino también la seguridad de quienes la habitan. Evitar ríos, rellenos y laderas empinadas, además de priorizar suelos firmes y resistentes, puede marcar la diferencia entre la prevención y una tragedia.