¿Ahorrar? Nadie me enseño eso

En un entorno cada vez más globalizado y en constante transformación económica, la educación financiera se ha convertido en una herramienta fundamental para el desarrollo personal y profesional de los jóvenes.

A pesar de su creciente relevancia, la educación financiera aún no forma parte estructural de la formación básica en México, particularmente en entidades como el Estado de México, donde residen cerca de tres millones de jóvenes de entre 12 y 29 años, lo que equivale al 18.66% de la población total de la entidad. De acuerdo con cifras oficiales, el 36.9% de los jóvenes mexiquenses experimentan algún tipo de estrés financiero.

Este fenómeno está vinculado a la escasa preparación para enfrentar decisiones económicas cotidianas.

La Encuesta Nacional sobre Salud Financiera, elaborada por el INEGI, revela que el 28.6% de las personas de entre 18 y 29 años tienen dificultades para cumplir con sus compromisos financieros. Además, solo tres de cada cinco jóvenes mexicanos cuentan con al menos un producto financiero formal, y menos del 50% de los jóvenes entre 18 y 24 años ahorran de manera regular.

Por su parte, un estudio difundido a través de Dialnet indica que el 57% de los estudiantes universitarios reportan que rara vez o nunca reciben información relacionada con la educación financiera.

Conceptos como el ahorro, la inversión, el crédito o la elaboración de presupuestos suelen estar ausentes de los planes de estudio, lo que puede derivar en decisiones económicas equivocadas