Altos costos amenazan continuidad de las tradicionales posadas en Edomex

El próximo 16 de diciembre iniciarán las tradicionales posadas; sin embargo, estas celebraciones están en riesgo de desaparecer debido al aumento en los costos de su organización, entre ellos el precio de los dulces, piñatas, fruta, alimentos y, además, la pérdida de la práctica de la oración.

En un sondeo realizado en mercados de Toluca, familias señalaron que han dejado de organizar posadas porque el presupuesto ya no alcanza. Estiman que llevar a cabo una celebración de este tipo requiere entre 2 mil y 4 mil pesos.

"Antes se repartían la organización para hacer una posada en cada casa; ahora solo hacen una para toda la familia porque el presupuesto no alcanza", comentó Antonia Terrón, comerciante del Mercado 16 de Septiembre en Toluca.

Explicó que, en su experiencia, las personas compran los insumos con anticipación y de manera pausada, como velitas, silbatos y luces de bengala.

A ello se suman los altos precios de los dulces, que en el mercado van de 100 a 150 pesos por kilo a granel. Las piñatas también se han encarecido: las pequeñas cuestan alrededor de 100 pesos y las grandes arriba de 300.

Entre las frutas de temporada que han incrementado su precio se encuentran la caña, tejocote, manzana, guayaba y mandarina, con aumentos del 20 al 50 por ciento debido a la alta demanda. Estos productos se utilizan principalmente para ensaladas y para el tradicional ponche. También se prevé un incremento en el costo de la carne y el pollo.

"Ahorita la queja es que la verdura está cara, la fruta también. Yo digo que la gente compra según su bolsillo, pero a los invitados no les gusta romper solo una piñata", expresó la comerciante.

Otro factor que pone en riesgo la continuidad de las posadas es la pérdida del sentido religioso. De acuerdo con el fray Juan Carlos, sacerdote carmelita del Templo del Carmen, se ha dejado de expresar el sentido del peregrinaje.

Señaló que en esta temporada hace falta recuperar el sentido espiritual de las posadas, pues las familias buscan más la convivencia social que el acercamiento a Dios.

"Adornamos más de lo que vivimos el significado de la Navidad. Podemos dedicar más tiempo a decorar que a orar", advirtió.

Finalmente, llamó a que la Navidad no se convierta en una festividad consumista, sino en un momento de oración, respeto, abundancia y prosperidad.