En el Estado de México, el sector empresarial ha expresado su preocupación por la falta de correspondencia entre los perfiles profesionales que egresan de las universidades y las necesidades reales del mercado laboral.
De acuerdo con asociaciones empresariales, los jóvenes egresados llegan a las empresas con bases teóricas sólidas, pero carecen de habilidades prácticas y de competencias blandas como liderazgo, comunicación efectiva, trabajo en equipo, pensamiento crítico, adaptabilidad y resolución de problemas.
Datos del Termómetro Laboral de la OCC en México revelan que las habilidades blandas más valoradas en los jóvenes dentro del entorno laboral son la creatividad e innovación con un 29, el trabajo en equipo 25%, la comunicación efectiva 16%, la resolución de problemas 15% y el liderazgo junto con la toma de decisiones 15%.
A pesar de ello, las universidades enfrentan dificultades para mantenerse a la vanguardia, pues los cambios en el mercado laboral son vertiginosos y no siempre es posible adecuar los planes de estudio con la misma rapidez.
Sin embargo, el compromiso no recae únicamente en las instituciones educativas, sino también en los propios alumnos, quienes deben asumir un papel activo en el desarrollo de estas competencias, así lo indica la investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México, Patricia Maldonado.
Este desajuste entre lo que se enseña en las aulas y lo que demandan las industrias mexiquenses ha provocado que muchos empleadores opten por capacitar desde cero a los nuevos colaboradores, lo que se traduce en mayores costos y retrasos en la productividad.