El sueño de la casa propia se ha convertido en una meta cada vez más difícil de alcanzar para los habitantes del Estado de México.
De acuerdo con datos de la consultoría "AI 360", el costo de adquirir una vivienda en la entidad ha experimentado un incremento del 41% en su valor de mercado, lo que, sumado al alza en las tasas de interés, ha reducido considerablemente la capacidad de compra de las familias mexiquenses.
A pesar de que el Estado de México cuenta con 4 millones 568 mil 635 viviendas particulares, según cifras del INEGI, convirtiéndola en la entidad con mayor número de domicilios habitados del país, la realidad es que casi el 30% de su población no cuenta con un espacio digno donde vivir.
Esta situación revela una problemática que va más allá de la simple disponibilidad de viviendas, y se adentra en cuestiones de calidad, accesibilidad y costos.
Si bien tener una vivienda en propiedad es el modelo predominante en nuestro país, esta situación esconde una realidad preocupante: grandes créditos hipotecarios y, en consecuencia, un mayor nivel de endeudamiento de las familias mexicanas.
Esta situación genera una gran presión económica y limita la capacidad de las personas para acceder a otros bienes y servicios.
Es necesario que las autoridades, los desarrolladores inmobiliarios y la sociedad en su conjunto trabajen de manera conjunta para encontrar soluciones a esta problemática y garantizar acceso a un hogar digno sea más que un simple sueño.