En el Estado de México persisten los comités autónomos del agua, que asumen la responsabilidad de gestionar los recursos hídricos en poblados, delegaciones y colonias de la entidad.
Se estima que en territorio mexiquense existen 600 comités, que son elegidos mediante consenso de los miembros de la comunidad.
Los usos y costumbres dentro de un comité independiente son un pilar en la toma de decisiones, pues estas suelen ser mediante asambleas donde se vota y se toman decisiones, en donde no intervienen los ayuntamientos.
Aunque no siempre tienen una buena gestión del agua.
Los comités independientes se abastece de agua por medio de presas, manantiales o pozos y el método para abastecer a los usuarios, es a través del tanteo, lo cual limita el acceso a este recurso además de que la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible durante un periodo determinado.
El sustento y manejo monetario de un comité independiente de agua, es recibido a través de los pagos que realizan los usuarios y estos no están relacionados con otras autoridades, por lo que el uso de los recursos es para dar mantenimiento, pagar nóminas y gastos que surjan dentro de esta organización.
Los comités autónomos poseen problemáticas como los riesgos ambientales, sociales, la exclusión, la rendición de cuentas y una de las más graves, la repartición y abastecimiento del agua.