El 24 de abril de 2021 Luis Javier Alonso Mariles fue reportado como desaparecido por su madre.
Han pasado cuatro años y hasta el momento no sabe nada de su paradero.
Lo único que recuerda su madre es que el joven salió a trabajar desde las 7:00 de la mañana pues él era gasero en la zona de San Cristóbal Huichochitlán.
El fenómeno de las desapariciones ha tomado relevancia en el Estado de México, debido a que con el paso de los años éstas han ido en aumento.
Durante la administración de Enrique Peña Nieto (2005-2011) se tenía un registro de mil 821 carpetas por desaparición.
Y al concluir la gestión de Eruviel Ávila Villegas (2012-2017), la cifra se disparó a 10 mil 043 desapariciones, es decir, un aumento de 451 por ciento.
El ex gobernador Alfredo del Mazo (2018-2023) acumuló la cantidad de 19 mil 103 desaparecidos, lo que significa un aumento del 90 por ciento.
De los desaparecidos de Peña, mil 821, fueron localizados mil 150, de los cuales 77 fueron sin vida.
Mientras que de los 10 mil 043 desaparecidos de Eruviel Ávila Villegas, 7 mil 701 fueron localizados, 2 mil 342 sin vida.
En tanto, de los 19 mil 103 desaparecidos de Alfredo del Mazo, fueron encontrados 15 mil 71, de los cuales 850 fueron sin vida.
Esto quiere decir que se localizan a 6 de cada 10 personas desaparecidas.
De acuerdo con cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no localizadas, en lo que va del año se han reportado, 171 personas desaparecidas, en donde 64 por ciento no han sido halladas y solo una persona ha sido encontrada sin vida.
Para la experta de la Facultad de Ciencias Políticas, las desapariciones en el Estado de México, tienen que ver con ausencias voluntarias y por problemas estructurales al interior de las familias.
Y solo un porcentaje menor están ligadas con el crimen organizado.