La desaparición de personas en México es una herida abierta que sangra a diario, un fenómeno que ha alcanzado dimensiones de crisis humanitaria. El Estado de México, en particular, se ha convertido en un epicentro de esta tragedia, liderando a nivel nacional las cifras de personas desaparecidas.
Los datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, reportan que en tan solo en los primeros siete meses de 2025, el Estado de México registró 3 mil 535 reportes de personas desaparecidas.
Aunque 2 mil 230 de estas personas fueron localizadas, la tragedia se acentúa con el hallazgo de 105 cuerpos sin vida, mientras que mil 305 personas permanecen desaparecidas, sumándose a la lista interminable de familias que viven en la incertidumbre.
La dimensión nacional del problema es igualmente preocupante. Según la asociación "A dónde van los desaparecidos", cada día desaparecen alrededor de 47 personas en México.
Este flujo constante de desapariciones ha elevado la cifra oficial a más de 125 mil personas desaparecidas y no localizadas hasta 2025. La mitad de estos casos se han registrado en la última década, lo que subraya el agravamiento de la crisis en donde la impunidad, la ausencia de investigación y la falta de voluntad política para abordar el problema han creado un ciclo vicioso de violencia y desesperanza.
Actualmente y según cifras oficiales al cierre de mayo del presente año, el Estado de México ocupa el primer lugar a nivel nacional en cuanto al número de personas desaparecidas en 2025, superando a la Ciudad de México, Sinaloa, Michoacán y Sonora.
Las desapariciones forzadas son una herida abierta en el corazón de México. No solo se trata de cifras, sino de vidas truncadas, de familias rotas y de una sociedad que vive bajo el miedo.