Con estas palabras, el señor Bernardino, vecino de la comunidad de Turcio La Loma Primera Sección expresó la angustia que comparten decenas de familias, luego del deslave registrado en un camino de terracería que amenaza con arrastrar su vivienda y pone en riesgo a cientos de personas.
De acuerdo con los habitantes, el derrumbe ocurrió en una barranca de aproximadamente 200 metros de profundidad. La tierra comenzó a ceder tras las lluvias recientes, dejando sin paso de circulación en el camino que conecta a la comunidad con escuelas y caminos centrales.
Los pobladores aseguran que la situación es crítica, pues el deslizamiento de tierra avanza día con día y temen que en cualquier momento ocurra una tragedia. "Aquí caminamos todos los días, pasan los niños para ir a la escuela, y ya no sabemos si es seguro", advirtió otra vecina.
Ante el riesgo, los habitantes han solicitado la intervención de las autoridades municipales y estatales para implementar medidas de contención y seguridad. Sin embargo, hasta el momento no se han realizado trabajos que garanticen la estabilidad del terreno. Los vecinos señalan que las autoridades únicamente han acudido a colocar cintas amarillas como señalamiento, pero no ofrecen soluciones tangibles que resuelvan el problema de raíz.
Aunque los vecinos han intentado contener el agua construyendo una pequeña represa metros arriba, aún se escucha cómo fluye al interior del terreno, lo que incrementa la inestabilidad.
El experto en geografía Juan Carlos Garatachia Ramírez explicó que las laderas inclinadas son propensas a deslaves por factores como el tipo de suelo, fallas geológicas y la vegetación. Sin embargo, son los factores detonadores los que realmente activan el riesgo: principalmente las lluvias intensas, que saturan y reblandecen la tierra, y los sismos, capaces de generar desprendimientos de gran magnitud. Mientras tanto, los vecinos esperan una respuesta, pues no pueden perder el camino ni arriesgar sus vidas.