A nivel mundial, el embarazo adolescente ha mostrado una tendencia a la baja. Según la Organización Mundial de la Salud, la tasa de nacimientos entre mujeres de 15 a 19 años pasó de 64.5 por cada mil en el año 2000 a 41.3 en 2023. En México, la tasa específica de fecundidad adolescente disminuyó 16.7% entre 2015 y 2023, al pasar de 72.4 a 60.3 nacimientos por cada mil adolescentes, aunque aún se mantienen altos niveles en varios estados.
Las entidades con mayores tasas en 2023 fueron Chiapas con 81.7 nacimientos por cada mil, Tlaxcala 69.6 y Zacatecas 68.8, mientras que las más bajas se registraron en la Ciudad de México 47.1, Baja California 50.6 y Yucatán 51.2. Aunque el conocimiento sobre métodos anticonceptivos ha mejorado el 76.1% de las adolescentes sabe usarlos correctamente persisten desigualdades, ya que el acceso a la información y servicios varía considerablemente entre regiones.
A pesar de la reducción en la fecundidad adolescente, preocupa el aumento de embarazos en niñas más jóvenes. Entre 2015 y 2022, la razón de fecundidad en niñas de 10 a 14 años subió de 1.63 a 1.69 nacimientos por cada mil, y en adolescentes de 12 a 14 años, de 2.71 a 2.81. Estos datos reflejan que, aunque hay avances, los contextos de pobreza, violencia y falta de educación sexual continúan impulsando una problemática que requiere atención integral y sostenida.