Durante décadas, las cajas de ahorro y las cooperativas financieras fueron la opción más accesible para miles de mexicanos que buscaban guardar su dinero o acceder a créditos. El panorama ha cambiado gracias al auge de la banca digital y las aplicaciones móviles.
De acuerdo con especialistas, este fenómeno responde a factores como la rapidez de las operaciones en línea, la facilidad de acceso desde cualquier dispositivo y la creciente desconfianza hacia instituciones locales que, en algunos casos, enfrentaron malos manejos o fraudes.
A nivel nacional, el sector financiero digital ha experimentado un crecimiento acelerado. Según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, al cierre de 2023 operaban en México 773 empresas fintech mexicanas y 217 fintech extranjeras provenientes de 22 países. Estas plataformas ofrecen servicios de ahorro, crédito, inversión, pagos, seguros y remesas. Hoy compiten directamente con la banca tradicional.
De acuerdo con la ENIF 2024, el 76.5% de las personas en México ya cuentan con al menos un producto financiero formal y cada vez más utilizan su teléfono móvil como principal medio de acceso a estos servicios.
Las alternativas financieras hoy son diversas: las fintech permiten abrir cuentas, hacer transferencias, pagar servicios, invertir o solicitar créditos personales completamente en línea. Algunas cooperativas han comenzado a reinventarse, incorporando plataformas digitales o estableciendo alianzas con fintech nacionales para no perder a sus socios y adaptarse al nuevo entorno tecnológico.
En un contexto donde la digitalización avanza a pasos acelerados, el futuro de las cajas de ahorro y cooperativas dependerá de su capacidad de adaptación.