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08 de Febrero del 2025

Ecología

El Bordo de San Jerónimo: santuario de aves migratorias

Cada invierno, las gélidas temperaturas de Canadá y Estados Unidos impulsan a aves migratorias a buscar refugio en tierras más cálidas. En México, el Valle de Toluca, y especialmente el humedal del Bordo de San Jerónimo, se convierte en un santuario temporal. Según expertos se estima que, de las 286 especies de aves migratorias compartidas entre Canadá, Estados Unidos y México, alrededor de 30 llegan a este humedal. Estas especies, que incluyen patos, pelícanos, garzas, aves rapaces, zambullidores y gaviotas, entre otras, hallan en el humedal un refugio ideal donde pueden alimentarse, resguardarse y adaptarse a un clima más benigno que les permite sobrevivir.

La presencia de estas aves no solo enriquece la biodiversidad local, sino que también promueve el equilibrio ecológico, desempeñando un papel esencial en el control de plagas y la polinización, lo que fortalece los ecosistemas de la región. 

Sin embargo, en los últimos años, su número se ha visto amenazado debido a la contaminación generada por la disposición indebida de basura y el desagüe de aguas negras provenientes de viviendas aledañas. Según el maestro en ciencias biológicas David Colón Quesada, en 2024 la población de aves migratorias en la región se redujo en un 35 por ciento debido a que las aves buscan refugios con mejores condiciones para su supervivencia.

La presencia y estancia de estas aves en el Bordo de San Jerónimo, que se prolonga por al menos 4 meses cada año, resalta la importancia de preservar estos espacios naturales. Su permanencia depende directamente de la conservación del entorno, lo que a su vez favorece a muchas otras especies y comunidades humanas cercanas, promoviendo un equilibrio ecológico esencial para el bienestar de todos.






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