A un año de la administración de Andrés Manuel López Obrador, en 2019, se reportó una reducción del 70 por ciento en el delito de secuestro, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Este logro fue destacado como un avance significativo en materia de seguridad en México. Sin embargo, los delitos contra la libertad personal aumentaron un 40 por ciento.
Los registros de casos de secuestro, a menudo son clasificados como otros delitos contra la libertad personal, distorsionando así las estadísticas oficiales.
En 2023, se registraron 34 mil 561 víctimas de delitos contra la libertad personal, mientras que en 2024 la cifra, aunque menor, alcanzó los 26 mil 577 casos.
En el Estado de México, los delitos contra la libertad personal sumaron más de 6 mil en 2024. De estos, 51 casos fueron específicamente de secuestro, mientras que se registraron 46 casos de secuestro con extorsión, 21 secuestros para causar daño y 1 caso de secuestro exprés. Los restantes 6 mil delitos fueron tipificados como otros delitos contra la libertad personal.
Estos delitos permanecen latentes y continúan representando un desafío importante para las autoridades, pues a decir de expertos y asociaciones, demuestra que aún existen fallas en la prevención, la detección y el seguimiento de los casos.
La falta de confianza en las instituciones, el subregistro de incidentes y la complejidad de las redes delictivas complican la lucha contra estos crímenes, lo que requiere una estrategia integral que combine esfuerzos de seguridad, justicia y prevención.