El Estado de México ha sido un foco rojo en materia de violencia. Sin embargo, bajo la administración de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, las autoridades han destacado una aparente reducción en los homicidios dolosos.
La narrativa optimista choca con alertas de organizaciones como Causa en Común y analistas independientes, que denuncian una "manipulación" sistemática de las cifras.
En su informe "Incidencia y anomalías 2024", Causa en Común revela que, aunque los homicidios dolosos bajaron levemente, otras categorías de delitos contra la vida e integridad corporal aumentaron de manera sospechosa.
En 2024 en el estado, se registraron 1,127 víctimas de homicidio doloso, sin embargo se registró un repunte del 11% en "homicidios culposos" (accidentes con muerte) y "lesiones que provocan la muerte" del 10.22% , que podrían ocultar casos de violencia intencional. Esta reclasificación permite a las fiscalías estatales cerrar carpetas sin investigar a fondo, reduciendo el impacto estadístico del homicidio doloso.

Otro indicador preocupante son las "muertes por causas indeterminadas" y los suicidios. En 2024 el INEGI reportó 1,228 suicidios y un estimado de 160 a 230 "muertes por causas indeterminadas" con un incremento del 6.8% y 6.7% respectivamente a nivel estatal . Los suicidios en jóvenes de 15 a 34 años concentraron la mayoría de los casos en 2024, con métodos como ahorcamiento y armas de fuego que a menudo se solapan con patrones de homicidios disfrazados.

Este fenómeno, conocido como subregistro o manipulación estadística, no es nuevo en México, pero en el Estado de México cobra particular relevancia ante el contexto de alta impunidad y presión política por resultados positivos. Esta reclasificación permite a las fiscalías estatales cerrar carpetas sin investigar a fondo, reduciendo el impacto estadístico del homicidio doloso.