"Herón, dame otra verdecilla para ponerme garañón".
Con esta petición, que ya forma parte del folclore metepequense, los clientes del Bar Dos de Abril celebran una tradición que ha perdurado por más de 90 años, la famosa garañona.
Este licor de color verde intenso es uno de los símbolos de Metepec y el Estado de México y, aunque su receta sigue siendo un misterio celosamente guardado por la familia creadora, su sabor herbal y su fama de "levantar el ánimo" han convertido a la bebida en parte del patrimonio cultural y gastronómico de la ciudad.
Ya sea en botella, en vaso de cristal, en shot o doble preparada, y siempre acompañada de la icónica frase "¡salud con la verdecilla!", esta bebida sigue siendo punto de encuentro para locales y visitantes, incluidos muchos extranjeros que llegan atraídos por la fama del misterioso licor verde.
Lo que hace diferente a la garañona de otras bebidas tradicionales mexicanas es la leyenda que la rodea. Además de su color verde intenso y su sabor único, se le atribuyen propiedades curativas, pues muchos aseguran que ayuda al estómago, levanta el ánimo y hasta "cura el mal de amores"
Hoy en día, la tradición sigue viva gracias a Fany y Mario, representantes de la tercera y cuarta generación de la familia creadora, quienes mantienen con orgullo la receta secreta que ha perdurado por más de 90 años.
Ellos son los guardianes de este legado que no solo ha dado identidad al Bar Dos de Abril, sino también a Metepec, al Estado de México y a México entero, consolidando a la garañona como una bebida emblemática que trasciende fronteras.
El Bar Dos de Abril recibe visitantes todos los días; la afluencia aumenta en ciertas fechas, ya que tanto jóvenes como adultos aprovechan para brindar con la emblemática "verdecilla".