El presupuesto del ISSEMyM muestra un crecimiento acelerado que evidencia la presión financiera que enfrenta el Instituto. En 2020 ejerció 25 mil 152 millones de pesos, cifra que aumentó a 29 mil 271 millones en 2021 y 2022. Para 2023 el gasto subió a 36 mil 951 millones, en 2024 alcanzó 43 mil 328 millones, y para este año ronda los 44 mil 30 millones, lo que significa que en apenas cinco años el presupuesto prácticamente se duplicó.
La mayor carga proviene del pago de pensiones, pues en 2020 este rubro representaba poco más de 10 mil millones de pesos, pero en 2021 y 2022 ascendió a 15 mil millones. En 2023 se elevó a 20 mil 834 millones, en 2024 llegó a 26 mil 712 millones, y en 2025 se mantiene en 26 mil 123 millones. Esto significa que más de la mitad del presupuesto total del ISSEMyM se destina exclusivamente a jubilados, lo que limita la operación y sostenibilidad del sistema.
Además, el comportamiento de las pensiones revela una disparidad profunda. Entre 2020 y 2022 se registraron pensiones máximas superiores a los 550 mil pesos mensuales, reflejo de privilegios que contribuyeron al deterioro financiero del Instituto. Aunque desde 2023 la pensión máxima se redujo a 84 mil pesos, el promedio mensual pasó de 14 mil pesos en 2020 a más de 21 mil pesos en 2025. Actualmente, el ISSEMyM paga pensiones que van desde 985 pesos mensuales hasta 120 mil, lo que evidencia un sistema desigual y presionado al límite
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