Entre las calles de San Mateo Atenco, se escucha el sonido de los martillazos y el olor a cuero que anuncian una tradición que sigue viva. La elaboración del zapato artesanal
En un pequeño taller familiar, Ismael Gutiérrez Sánchez, al frente de la marca Manuel, lidera la producción de calzado 100% artesanal, hecho íntegramente con piel y cuidado en cada detalle.
Aquí, cada zapato es una obra de arte: desde el corte y cosido hasta el montado y el terminado, todo se realiza manualmente, con técnicas transmitidas de generación en generación.
A pesar de la competencia de fábricas, estos talleres familiares mantienen su esencia: fabricar entre 20 y 50 pares al día, priorizando la calidad sobre la cantidad.
Gracias a su dedicación, han logrado expandirse más allá del municipio, llegando a la Ciudad de México, el Valle de Toluca.
Ismael asegura que el verdadero valor de estos zapatos está en el tiempo, el trabajo y el corazón que los artesanos ponen en cada par.
Los artesanos caminan firme, conservando su identidad zapatera y demostrando que, en cada costura, hay historia que nace en San Mateo Atenco.