El Estado de México se prepara para enfrentar una nueva temporada de incendios forestales, una amenaza latente que se ha agravado en los últimos años con la sequía y las condiciones climáticas adversas.
El 2024 fue uno de los años más críticos en este aspecto, ya que se registraron 1,205 siniestros entre el 1 de enero y el 10 de julio, con una afectación de 35 mil 441 hectáreas de bosques mexiquenses, según cifras de la Protectora de Bosques del Estado de México.
Estos incendios representaron un incremento del 30 por ciento en comparación con los siniestros registrados durante todo el 2023, de los cuales se estima el 90 por ciento fueron provocados por la actividad humana.
Algunas de las zonas más vulnerables a los incendios forestales en la entidad incluyen:
? Ocuilan
? Nicolás Romero
? Villa del Carbón
? Ixtapaluca
? Villa Victoria
El papel de la población y de los cuerpos de emergencia fue clave para contener los incendios. En 2024, se desplegaron mil 98 combatientes y 102 brigadistas de diversas dependencias de los tres órdenes de gobierno, además de la valiosa participación de voluntarios civiles que apoyaron en las labores de mitigación y control del fuego.
En lo que va de 2025, PROBOSQUE ha reportado que los incendios han consumido 161 hectáreas, principalmente de pastizales en los municipios de Amecameca y Valle de Bravo.
Las proyecciones para este año no son alentadoras, ya que se estima un incremento en los incendios forestales que podría rondar entre el 4 y el 7% respecto al año anterior.