La banca de desarrollo ausente y lejana

En el Estado de México, la banca de desarrollo opera con una penetración mínima que dificultan su labor principal, financiar proyectos productivos locales y acercar créditos accesibles a micro y pequeños empresarios.

Esta situación afecta directamente a miles de negocios que no logran acceder a financiamiento pese a su necesidad de capital para crecer o mantenerse operando.

De acuerdo con la Encuesta Trimestral de Evaluación Coyuntural del Mercado Crediticio del Banco de México, para 2025 sólo 0.8 por ciento de las empresas del país utilizan crédito de la banca de desarrollo, una cifra que se ha mantenido prácticamente estancada desde 2024.

Por el contrario, la mayoría sigue dependiendo de proveedores con un 60 por ciento y de la banca comercial en casi 30 por ciento. A nivel nacional, Nafin y Bancomext reportaron en 2024 apenas 3 mil 133 millones de pesos colocados en créditos y garantías para MiPymes, una cantidad baja en relación con la demanda y con la disponibilidad de recursos anunciada por ambas instituciones.

Uno de los principales obstáculos es la burocracia. La banca de desarrollo exige a las empresas cumplir con requisitos como historial crediticio, formalidad fiscal completa, garantías, comprobación de flujos y antigüedad mínima. Sin embargo, en el Estado de México la realidad es otra, más de 4.3 millones de personas trabajan en la informalidad, lo que implica que una gran parte de las micro y pequeñas unidades económicas operan fuera del marco fiscal o en esquemas de semi-formalidad, quedando automáticamente excluidas de estos créditos.

A decir de Gilberto Sauza, empresario mexiquense, los proyectos productivos están detenidos, negocios con dificultades para modernizarse y un ecosistema económico local que depende casi por completo de créditos caros o de esquemas informales.

Aunque en este 2025 el plan federal contempló 120 mil millones de pesos destinados a fortalecer el financiamiento a MiPymes, su impacto real fue limitado debido a los trámites y procesos además de una deficiente estrategia que realmente llegue a los pequeños negocios del Estado de México.