En un mundo cada vez más conectado por pantallas y algoritmos, los jóvenes están redefiniendo la espiritualidad no como un ritual distante, sino como una experiencia viva y compartida en el ámbito digital.
Lejos de los templos tradicionales, estas generaciones nativas digitales entre los 15 y 28 años están forjando comunidades en línea que trascienden lo virtual para materializarse en encuentros cotidianos. Esta tendencia refleja un renacer espiritual que combina fe, tecnología y autenticidad, impulsado por la necesidad de sentido en tiempos turbulentos.
De acuerdo con un reciente análisis de Newsweek, casi la mitad de los jóvenes en contextos similares a los mexicanos específicamente, cerca del 48% de entre 15 y 28 años se muestran interesados o forman parte de una comunidad religiosa.

Dentro de este escenario, los jóvenes han buscado nuevas formas de conectar con el aspecto religioso más allá de lo sacro y simbólico que representa un templo. Así nace la comunidad Grace Followers, un movimiento originado en la Ciudad de México en 2018 que se ha expandido rápidamente al Estado de México
Lo que empezó como publicaciones virales sobre "invadir cafeterías con el mensaje de Jesús" ha crecido en una red digital de más de 10,000 seguidores, donde se comparten testimonios, lives de adoración y coordinan meetups informales en cafeterias, bibliotecas y casas.

Los jóvenes mexiquenses no solo están creando comunidades digitales de espiritualidad; están reinventando la fe como un espacio inclusivo, accesible y vibrante.
La generación Z buscan encontrar a Dios en espacios del día a día, donde, acompañados de amigos, café y canto, resignifican la experiencia y su conectividad con la religiosidad