En México, cumplir años puede ser motivo de celebración? o de preocupación si estás buscando empleo. Aunque en el papel las vacantes laborales no estipulan un rango de edad, en la práctica existe una orden silenciosa pero contundente dentro de muchas empresas: no contratar personas mayores de 35 años para puestos operativos ni mayores de 45 para cargos directivos.
Las cifras más recientes de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI lo confirman: a mayor edad, menor posibilidad de acceder a un empleo formal.
Mientras que el 51.1% de las personas entre 25 y 44 años tienen un trabajo en la formalidad, esta proporción baja a 45.5% entre quienes tienen entre 45 y 65 años. Para las personas mayores de 65, la cifra se desploma a un 24.8%.
El artículo 2 de la Ley Federal del Trabajo prohíbe desde 2012 la discriminación por motivos de edad, y en 2015 la Suprema Corte de Justicia de la Nación ratificó que establecer rangos de edad en ofertas laborales es inconstitucional.
Sin embargo, la realidad en el mercado laboral dista mucho del marco legal. La discriminación etaria sigue presente, disfrazada de "ajuste al perfil" o "criterios de cultura organizacional".
Un estudio de la Asociación por la No Discriminación Laboral, reportó que el 55% de los anuncios de empleo publicados establece como edad máxima los 35 años. Mientras tanto, a los más jóvenes se les niega el empleo por falta de experiencia, a los mayores se les descarta por "estar pasados de edad".
Crear un entorno laboral más justo y equitativo pasa por reconocer que el talento no tiene fecha de caducidad.