En el Estado de México, los niveles de contaminación auditiva se regulan según la zona y el horario, y se miden en decibelios (dB). En áreas residenciales, el límite máximo permitido es de 55 dB durante el día (6:00 a 22:00) y 50 dB durante la noche (22:00 a 6:00). Por su parte, en zonas industriales y comerciales, los límites son más altos, con 68 dB en el día y 65 dB en la noche. Para espacios escolares, en las áreas exteriores de juego se permite un máximo de 55 dB, mientras que en ceremonias, festivales y eventos de entretenimiento el nivel puede llegar hasta 100 dB, siempre que no excedan las cuatro horas. La Organización Mundial de la Salud considera contaminación acústica cualquier sonido que supere los 65 decibelios, debido a los efectos negativos que niveles altos de ruido pueden causar en la salud de las personas.