En el corazón de Valle de Bravo, entre aromas que despiertan el apetito y el murmullo de visitantes y locales, existe un puesto que desde hace 50 años mantiene viva una tradición culinaria única: los famosos y tradicionales tacos de batea.
Estos tacos, que ya forman parte de la identidad gastronómica vallesana, se distinguen por su irresistible preparación. En su batea un recipiente grande y hondo de madera reposan, envueltos en mantas y hojas de maguey para conservar el calor, auténticas joyas culinarias: barbacoa de res y cerdo al horno, suaves taquitos de cachete y lengua, y, para los más atrevidos, los exquisitos tamales de sesos, considerados por muchos como una verdadera delicia.
Cada taco se acompaña de salsas caseras que elevan el sabor, la salsita verde, hasta chiles jalapeños y chipotles que aportan un toque ahumado y picoso inigualable.
Más que un simple antojo, comer aquí es saborear medio siglo de tradición: un encuentro con la historia y el cariño de la cocina de pueblo que sigue conquistando paladares generación tras generación.
Así que, si estás buscando darte ese gusto culposo de la semana, no dudes en probar los tacos de batea, ubicados en la esquina de Pagaza e Independencia, en el centro de Valle de Bravo. ¡Abiertos todos los días para consentir tu paladar!