Todos o casi todos nos hemos enamorado alguna vez, y hemos querido vivir ese amor de ensueño, pero ¿Qué pasa cuando las cosas no salen como se esperaba y se termina en una ruptura amorosa?
Aquí, es cuando inicia el llamado mal de amores; esta no es una enfermedad diagnosticada, pero trae consigo problemas emocionales.
Aunque algunas personas dicen no sufrir por amor, a la mayoría le causa dolor cruzar por una situación donde no se es correspondido, incluso te puede llevar a la obsesión y sintomatología depresiva.
Generalmente, quien atraviesa por el mal de amores tiene sentimientos como la tristeza, angustia, desesperanza, dudas y emociones como culpabilidad o incluso rabia ante la situación, que puede llevar a un aislamiento, deterioro de las relaciones sociales, falta de concentración y pérdida o disminución de la capacidad para sentir placer, o en su defecto todo lo contrario, se convierten en personas extremadamente sociales donde se busca actividad sexual, agitación y nerviosismo.
El mal de amores, se puede considerar como etapa de duelo y una vez el sujeto logra procesar la no relación o la ruptura, llega la aceptación de la situación.