El 16 de julio se presentó el Mando Unificado Oriente, una estrategia de seguridad que reúne a Guardia Nacional, DEFENSA y policías locales en 11 municipios con alta incidencia delictiva: Naucalpan, Tlalnepantla, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Texcoco, Ixtapaluca, Chimalhuacán, Chalco, Valle de Chalco y Los Reyes La Paz.
La iniciativa busca atender las causas del delito, consolidar la presencia de las fuerzas federales y fortalecer la inteligencia e investigación criminal, mediante la coordinación de los tres niveles de gobierno. A poco más de 100 días de su implementación, los informes oficiales indican que los homicidios dolosos se redujeron en un 14 por ciento.
Sergio Padilla Oñate, doctor en Ciencias Sociales con especialidad en Sociología, señala que el Mando Unificado Oriente es una estrategia similar al Mando Único aplicado en administraciones anteriores. Según el experto, esta estrategia se centra en coordinar a las fuerzas federales y locales para mejorar la seguridad, pero la mayoría de estas experiencias previas no han tenido éxito debido a que no se les da suficiente poder ni recursos a las policías municipales.
Si bien la estrategia tiene aspectos positivos, como que el Estado de México es considerado una prioridad y se complementa con otras acciones de seguridad como el Operativo Enjambre y el Operativo Restitución, también existen antecedentes que no generan credibilidad.
Aunque el Mando Unificado Oriente ha mostrado avances en la reducción de homicidios dolosos, la tasa en el Estado de México sigue siendo elevada en comparación con otras entidades federativas.
Además, la percepción ciudadana sobre la seguridad no siempre coincide con las cifras oficiales. A pesar de los avances reportados, la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) reveló que, a nivel nacional, el 70 por ciento de los mexicanos se sienten inseguros en sus localidades; en el Estado de México, esta percepción es aún más alta, alcanzando el 87.3 por ciento en 2024.
Esta desconexión entre los indicadores oficiales y la percepción ciudadana dista mucho de los objetivos que debería alcanzar la estrategia, ya que, como advierte Sergio Padilla Oñate, para generar resultados reales en seguridad no basta con la reducción estadística de delitos; es necesario también recuperar la confianza de la población y fortalecer la capacidad de las policías municipales para atender eficazmente las causas del delito.