La cuenta regresiva para el Mundial 2026 en México ha comenzado, y con ella llega una oportunidad de oro para la economía nacional. De acuerdo con un análisis de KPMG México, la justa futbolística más importante del planeta no solo llenará estadios, sino que también detonará una ola de crecimiento en sectores estratégicos como infraestructura, tecnología, turismo y consumo.
Según las estimaciones de la firma, el Mundial 2026 generará cerca de 3 mil millones de dólares en derrama económica para el país. Se prevé la llegada de más de cinco millones de visitantes, lo que impulsará significativamente el flujo de recursos hacia la hotelería, los restaurantes y los servicios turísticos en las sedes mexicanas.
KPMG identifica cuatro sectores clave que absorberán y multiplicarán los beneficios del evento: la infraestructura, con proyectos de modernización urbana y transporte; el turismo, que consolidará a México como destino global; la tecnología, impulsada por soluciones digitales y sistemas de seguridad; y el consumo, fortalecido por la demanda de productos y experiencias relacionadas con el torneo.
La combinación de pasión futbolera, infraestructura renovada y ubicación geográfica estratégica coloca a México en una posición privilegiada para capitalizar el Mundial y dejar un legado económico más allá de los noventa minutos de juego.