Una creciente crisis en el suministro de Gas Licuado de Petróleo (LP) está afectando a municipios clave del Estado de México, como Toluca, Metepec, Lerma y San Mateo Atenco, donde usuarios y distribuidores reportan una escasez que se ha prolongado por cerca de una semana.
La situación se ha hecho visible con la colocación de avisos de "no hay gas hasta nuevo aviso" en diversas gaseras del área.
Encargados de estaciones de servicio han manifestado que esta problemática no es exclusiva del Estado de México, sino que impacta a la región central del país, incluyendo a la Ciudad de México, Puebla, Veracruz, Hidalgo y Tlaxcala.
El principal cambio reportado por los distribuidores es una reducción drástica en la frecuencia de las entregas: las gaseras están recibiendo producto cada tercer día, en contraste con el abasto diario que solían manejar. Esta limitación ha provocado la formación de filas de usuarios buscando desesperadamente obtener un cilindro.
El Gremio Gasero Nacional A.C. ha señalado que el abasto a distribuidores ha caído hasta en un 50%, lo que ha puesto a miles de hogares y la industria en "plan emergente".
La población expresa su "inquietud y temor" ante dos factores principales: Aumento de precios: Existe el temor de que la escasez provoque una escalada en los costos del Gas LP.
Así como la falta de comunicación formal por parte de las autoridades sobre las causas específicas de esta disminución en el suministro es un factor de preocupación adicional para usuarios y empresas distribuidoras.