A lo largo de la historia las mujeres han jugado un papel importante en el desarrollo de la innovación tecnológica, ingeniería, matemáticas, medicina y avances científicos.
Son mujeres como Matilde Montoya quien fue la primera médica mexicana, Helia Bravo Hollis, la primera bióloga titulada; Alejandra Jáidar Matalobos, la primera mujer graduada en física y muchas mujeres más que han abierto el paso de la mujer en la ciencia.
Una de ellas María Guadalupe González doctora en Ciencia de Materiales y experta en temas de síntesis y caracterización de nanopartículas a partir de extractos naturales, generando biomateriales.
En México según datos de la UNESCO las mujeres representan tan solo el 33 por ciento de las personas dedicadas al sector STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics).
La cantidad de mujeres científicas sigue siendo menor en comparación con los puestos que ocupan los hombres en este ámbito laboral, sin embargo, esta es tomada como una oportunidad de demostrar la gran capacidad, creatividad y pasión que se tiene por la ciencia.
Datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior muestran que en 2019 la distribución de la matrícula de mujeres cursando educación superior en ciencias naturales, matemáticas y estadística fue de 50.3 por ciento y de ingeniería, manufactura y construcción fue de 29.8 por ciento.