La violencia contra las mujeres y niñas se distingue de cuatro maneras: física, psicológica, sexual y económico o financiero.
De acuerdo con especialistas, la visibilidad de las lesiones que genera el maltrato físico es el más sencillo de detectar y denunciar; sin embargo, hay otras formas de maltrato que no se ven tan directamente, como el psicológico, cuyas consecuencias son iguales o incluso mayores.
En todos los casos, el agresor ejerce una relación de poder ante la víctima, el primer paso siempre es anular a la otra persona hasta someterla a su voluntad.