El ordenamiento territorial y urbano en el Estado de México se encuentra en un estado de limbo, reflejo de la ausencia o desactualización de los planes y programas municipales de desarrollo urbano.
Esta situación compromete no solo el crecimiento ordenado de las ciudades, sino también la calidad de vida de millones de habitantes mexiquenses.
De acuerdo con el grupo parlamentario de Morena, actualmente solo nueve de los 125 municipios cuentan con planes de desarrollo urbano actualizados. Por su parte la Dirección General de Planeación Urbana, de la Secretaría de Desarrollo Urbano, reconoce además que seis municipios no tienen plan de desarrollo urbano, debido a diversas problemáticas, entre ellas disputas por límites territoriales.
El rezago es histórico. Entre 2003 y 2004 se elaboraron 37 planes municipales que nunca se actualizaron, y entre 2005 y 2018 apenas 23 planes fueron modificados. En consecuencia, la mayoría de los municipios se desarrollan hoy bajo lineamientos que ya no corresponden a las necesidades actuales ni a la dinámica demográfica y económica del estado.
La ausencia de ordenamiento territorial ha generado consecuencias tangibles. La expansión urbana descontrolada ha dado lugar a la formación de islas de calor, así como a un patrón de lluvias disparejas que aumentan el riesgo de inundaciones severas en temporada de lluvias.