El aire del Valle de Toluca enfrenta una constante presencia de contaminantes que ponen en riesgo la salud de sus habitantes. Además de las partículas PM2.5 consideradas las más dañinas por su capacidad de penetrar en los pulmones y el torrente sanguíneo, la Red Automática de Monitoreo Atmosférico de la ZMVT reportó excedencias de ozono, dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono y dióxido de azufre.
Durante el periodo de enero a septiembre, se registraron días con altos niveles de ozono, uno de los principales irritantes del sistema respiratorio: 6 en enero, 7 en febrero, 7 en marzo, 15 en abril, 13 en mayo, 6 en junio, 8 en julio, 5 en agosto y 3 en septiembre.
Cada uno de estos contaminantes tiene efectos distintos: el ozono provoca irritación en los ojos y vías respiratorias; el dióxido de nitrógeno afecta los pulmones y agrava enfermedades respiratorias; el monóxido de carbono reduce la oxigenación en la sangre, y el dióxido de azufre causa inflamación en las vías respiratorias.
La exposición prolongada puede derivar en complicaciones crónicas y afectar principalmente a niños, adultos mayores y personas con padecimientos respiratorios.