Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, se encuentra en el centro de un juicio crucial que podría cambiar el rumbo de la industria tecnológica
Esta semana, Zuckerberg testificará en un proceso legal donde se le acusa de operar Facebook de manera ilegal, al permitir la recopilación de datos personales de usuarios sin su consentimiento.
La demanda, impulsada por accionistas de Meta Platforms -la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp-, asciende a 8,000 millones de dólares y busca que Zuckerberg y otros altos ejecutivos reembolsen a la compañía por multas y costos derivados de estas prácticas.
El origen del caso se remonta a 2018, cuando se reveló el escándalo de Cambridge Analytica. Esta consultora política, ya desaparecida, accedió sin autorización a información personal de millones de usuarios de Facebook, lo que provocó una crisis en la confianza pública respecto a la privacidad en línea.
Cambridge Analytica estuvo vinculada a la campaña presidencial de Donald Trump en 2016, lo que aumentó la atención mediática y regulatoria sobre Facebook
Los accionistas sostienen que Zuckerberg y otros miembros clave de la empresa, como la exdirectora de operaciones Sheryl Sandberg, el inversionista Marc Andreessen y los exmiembros del consejo Peter Thiel y Reed Hastings, no lograron evitar las violaciones continuas a un acuerdo firmado en 2012 con la Comisión Federal de Comercio (FTC).
Dicho acuerdo obligaba a Facebook a proteger los datos de sus usuarios. En 2019, la FTC impuso una multa histórica de 5,000 millones de dólares a Facebook por incumplir este compromiso, y la demanda busca que esos costos, junto con otros, sean cubiertos por los responsables.
Este juicio, que se llevará a cabo en Wilmington, Delaware, y durará aproximadamente ocho días, también revisará cómo se manejaron las reuniones del consejo directivo de Meta en relación con el cumplimiento del acuerdo con la FTC.
La acusación plantea que la empresa operó ignorando las obligaciones legales para proteger la privacidad de sus usuarios, lo que podría sentar un precedente para la regulación de las grandes compañías tecnológicas
Además, Zuckerberg enfrenta otro proceso relacionado con prácticas antimonopolio. En un juicio histórico en Washington, la FTC acusa a Meta de haber adquirido Instagram y WhatsApp para eliminar competidores y consolidar un monopolio en el mercado de redes sociales.
Zuckerberg ha defendido estas compras argumentando que ambas plataformas se convirtieron en esenciales gracias a las inversiones de Meta, y que la competencia en el sector sigue siendo intensa.
Sin embargo, el gobierno sostiene que estas adquisiciones fueron un intento deliberado de reducir opciones para los consumidores y controlar el mercado digital.
En este proceso antimonopolio, el juez James Boasberg, encargado del caso, podría ordenar la separación de Instagram y WhatsApp de Meta si se determina que la empresa violó la ley