La atención de un bebé prematuro implica no sólo un desafío médico, sino también un impacto económico que varía según el lugar de origen del paciente.
Aunque la atención se brinda dentro de instituciones públicas, como el IMSS, el costo real de los servicios refleja la complejidad y el alto valor de la atención neonatal especializada.
De acuerdo con estimaciones internas del Instituto Mexicano del Seguro Social, un solo día de atención en terapia intensiva neonatal puede representar un costo aproximado de 75 mil pesos, debido al uso de incubadoras especializadas, ventilación mecánica, medicamentos de alta complejidad y personal médico permanente.
Sin embargo, estos montos no reflejan por completo la carga que enfrentan las familias. Los costos indirectos aumentan considerablemente dependiendo del municipio o región de donde provienen los pacientes, ya que muchos hospitales no cuentan con unidades neonatales especializadas.
Esto obliga a realizar traslados constantes de recién nacidos y familiares hacia centros de referencia, generando gastos en transporte, alimentación, hospedaje y pérdida de ingresos por ausencias laborales.
El costo de sobrevivir comienza incluso antes de salir del hospital y se incrementa conforme más lejos se nace del lugar donde existe la atención especializada.