A más de 40 años de la aparición del VIH/Sida, los avances científicos han transformado por completo el panorama de la prevención y el tratamiento. En materia de prevención, el acceso al PREP y el PEP amplía las posibilidades de reducir contagios de manera significativa.
El PREP consiste en un medicamento que, tomado diariamente o bajo esquemas específicos, disminuye hasta en 99% el riesgo de adquirir VIH en relaciones sexuales.
Por su parte, el PEP es un tratamiento de emergencia que debe iniciarse dentro de las primeras 72 horas posteriores a una exposición de riesgo y mantenerse durante 28 días para ser efectivo.
Ambos métodos representan un cambio de paradigma; estas herramientas demuestran que el VIH es prevenible y controlable con información, acceso y políticas públicas que garanticen su disponibilidad para todas las personas.