Cómo minicasinos es cómo se les ha denominado a los establecimientos donde proliferan las máquinas tragamonedas, y es que se han convertido en una forma de entretenimiento de adolescentes y jóvenes.
En estos establecimientos que en su mayoría funcionan sin ningún permiso, es común ver a los jóvenes tratando de cambiar billetes por monedas para poder jugar, los montos que llegan a invertir van de los 100 a los 300 pesos, en algunos casos.
Para algunas personas, este tipo de juego, en la mayoría de los casos, se convierte en un refugio para las personas que sufren ansiedad social o depresión y, por ende, tienen dificultad para interactuar.
La afectación que produce en un niño que tiene acceso a una máquina tragamonedas,con un mecanismo supuestamente más sencillo, es peligra ya que se puede convertir en adicto a las apuestas, ya que encuentran máquinas desde un peso hasta 10 pesos lo que le da mayor posibilidad al menor, y aunque existen ocasiones en la que el niño corre con suerte, y logra con una moneda de a peso conseguir 20, se vuelve un peligro, cuando esté no sabe retirarse del juego y sigue introduciendo más monedas a la máquina.