Los recursos forestales no maderables, como hongos, frutos silvestres, plantas medicinales, fibras y resinas, son esenciales para la biodiversidad y el bienestar de las comunidades rurales e indígenas del Estado de México.
Estos productos representan una fuente significativa de ingresos y empleo, además de contribuir a la conservación de los ecosistemas.
Según datos de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y Probosque, en 2024 y 2025, el aprovechamiento sustentable de los RFNM generó más de 8 millones de pesos y alrededor de 700 empleos directos en la entidad.
Además, se incorporaron más de 932 mil 000 hectáreas al manejo de estos recursos, fortaleciendo la economía local y promoviendo prácticas de manejo responsable.