En los últimos años, el verde de los bosques mexiquenses se ha ido tornando en claros vacíos.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, tan solo en 2024 se llevaron a cabo más de 700 operativos contra la tala ilegal, se decomisaron 294 metros cúbicos de madera y se detuvo a 21 personas. ¿El problema? La magnitud del delito supera con creces los resultados de estos operativos: cada año, entre 5 y 7 millones de metros cúbicos de madera ilegal son producidos y comercializados en la entidad, según el Plan de Desarrollo del Estado de México.
El emblemático Nevado de Toluca, declarado Área Natural Protegida en 2013, ha perdido más del 30% de su masa forestal en la última década.
Y en el Bosque de Agua, una zona vital que recarga acuíferos para más de 20 millones de personas en el Valle de México, Ciudad de México y Morelos se han perdido más de 4,000 hectáreas en apenas cinco años
Aunque la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha identificado 25 municipios prioritarios por la gravedad de la tala ilegal, el Estado ha sido rebasado por grupos delictivos con estructuras operativas, armas, rutas de transporte y conexiones de protección.
El Estado de México ha perdido 10 mil 400 hectáreas de cobertura forestal en 23 años, generando más de 5 millones de toneladas de CO?. De seguir así, el Edomex podría quedarse sin sus pulmones y sin respuesta