Tecnopolo Esmeralda, el sueño millonario que terminó en ruinas
Con una inversión de más de 250 millones de pesos, el Tecnópolo Esmeralda fue inaugurado en 2013 por el entonces gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, como un proyecto que buscaba consolidarse como un centro de innovación, tecnología y desarrollo para fortalecer las tareas de investigación y vinculación de la Universidad Autónoma del Estado de México y del propio gobierno estatal.
Prometiendo ser un referente en el impulso a la ciencia y la tecnología en la región.
Se esperaba que el Tecnópolo estuviera operando al 100 por ciento entre 2013 y 2018; sin embargo, casi doce años después, el complejo ubicado en el municipio de Atizapán de Zaragoza permanece prácticamente en el abandono.
El punto de quiebre llegó cuando los ejidatarios de Atizapán ganaron un amparo, mediante el cual se les reconoció como legítimos propietarios de una extensión de mil 672 hectáreas. Dicha resolución otorgó la posesión legal del terreno a la Comunidad Agraria de Atizapán, dejando en entredicho la legalidad del uso del predio donde fue levantado el Tecnópolo.
Como consecuencia, el edificio central cuyo costo ascendió a 75 millones de pesos, así como su estructura urbana, laboratorios y oficinas, fueron abandonados.
El mobiliario que ya se había instalado fue retirado, y hoy las instalaciones permanecen vacías, simbolizando el fracaso de un proyecto que en su origen vislumbraba el éxito y la proyección tecnológica de la entidad.
Como consecuencia, el edificio central cuyo costo ascendió a 75 millones de pesos, así como su estructura urbana, laboratorios y oficinas, fueron abandonados.
El mobiliario que ya se había instalado fue retirado, y hoy las instalaciones permanecen vacías, simbolizando el fracaso de un proyecto que en su origen vislumbraba el éxito y la proyección tecnológica de la entidad.
