La temporada invernal en el Estado de México trae riesgos significativos, con frentes fríos, heladas, neblina, granizo y nieve que afectan principalmente a zonas montañosas como el Valle de Toluca y los volcanes de la región.
Los efectos de la temporada invernal se reflejan en distintos ámbitos de la vida diaria. Tan solo durante el periodo 2023-2024, la entidad registró 12 muertes relacionadas con las bajas temperaturas.
En salud pública, se incrementan las enfermedades respiratorias, los casos de hipotermia y las intoxicaciones por el uso inadecuado de braseros o calefactores dentro del hogar.
En materia de seguridad, aumentan los accidentes viales por pavimento congelado y neblina, además de las labores de rescate en zonas altas y la saturación de los servicios de emergencia.
La economía local también se ve afectada por interrupciones en el comercio, cierre de mercados y la disminución de la actividad turística en municipios de montaña.
De acuerdo con el Programa Preventivo de la Temporada Invernal 2024-2025 del Estado de México, varios municipios son considerados prioritarios debido a su alta vulnerabilidad frente a las bajas temperaturas.
Entre ellos se encuentran Toluca, Zinacantepec, Amecameca, Temoaya, Chalco y Tenango del Valle. Tan solo en 2023, en zonas montañosas como el Nevado de Toluca y en municipios como Amecameca, Villa de Allende y Texcoco, se registraron temperaturas por debajo de los 0 °C.
La temporada invernal no solo transforma el paisaje del Estado de México, también exige preparación y prevención para reducir riesgos y proteger la integridad de las comunidades.