En las últimas semanas, el Estado de México ha sido azotado por intensas tormentas eléctricas, un fenómeno recurrente durante la temporada de lluvias que pone en evidencia una amenaza subestimada: las muertes por rayos.
Entre 2000 y 2020, el estado registró 539 fallecimientos por este fenómeno, la cifra más alta a nivel nacional, según datos de la Secretaría de Salud. Municipios como San Felipe del Progreso, con 27 eventos fatales, y Villa Victoria, con 30, concentran el mayor número de víctimas a nivel estatal, destacando como zonas de alto riesgo dentro de una entidad marcada por la vulnerabilidad social y la exposición a fenómenos naturales.
Los rayos, descargas eléctricas de alta intensidad que se producen durante las tormentas, son responsables de un promedio de 107 muertes anuales en México, superando incluso las cifras de víctimas por inundaciones o ciclones tropicales en el mismo periodo.
Un estudio reciente de la Universidad Nacional Autónoma de México, liderado por los investigadores Alejandro Jaramillo Moreno y Christian Domínguez Sarmiento, ha arrojado luz sobre esta problemática. Según este análisis, el 82.1% de los incidentes fatales por rayos en el país ocurren en municipios con alta marginación social la cual al combinarse con una topografía que favorece las tormentas eléctricas, crea un escenario de riesgo extremo.
Datos actualizados al 2025 confirman que el Estado de México sigue liderando las estadísticas nacionales, con un promedio de 25 a 30 muertes por rayos al año.
En las últimas semanas, reportes preliminares del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indican un repunte de tormentas eléctricas en la entidad, con incidentes reportados en municipios como Toluca con 22 eventos e Ixtlahuaca 23 eventos.