La vasectomía sin bisturí es un procedimiento médico sencillo, ambulatorio y altamente eficaz para la anticoncepción masculina. A diferencia de la técnica tradicional, no requiere cortes con bisturí, sino una pequeña punción a través de la cual el especialista localiza y bloquea los conductos deferentes, impidiendo el paso de los espermatozoides.
Este procedimiento no afecta la producción hormonal ni la vida sexual. Es, además, uno de los métodos más seguros y con menor índice de complicaciones dentro de la planificación familiar.
Según datos del Gobierno de México, en el Valle de Toluca menos del 3% de los hombres en edad reproductiva solicita la vasectomía. A nivel nacional, la demanda ha mostrado un crecimiento del 66.6% entre 2018 y 2022.
No obstante, la vasectomía aún enfrenta tabúes y prejuicios culturales, principalmente asociados con falsas creencias sobre la virilidad o la pérdida del deseo sexual. Muchos hombres consideran que este procedimiento los hace "menos masculinos" o "infértiles de por vida", cuando en realidad se trata de un método seguro, permanente y, en algunos casos, reversible, que no altera la función sexual ni la producción de testosterona.
Expertos en salud sexual y reproductiva, afirman que son las nuevas generaciones quienes muestran mayor apertura e interés en informarse sobre este método.
Coinciden en que el principal reto es romper los estigmas culturales y ampliar la cobertura del servicio en los centros de salud, además de fortalecer las campañas de información para que más hombres conozcan sus beneficios y participen activamente en las decisiones sobre planificación familiar.