El Estado de México, al igual que una gran parte del país, se encuentra inmerso en una profunda crisis hídrica.
El Sistema Cutzamala, principal fuente de abastecimiento del Valle de Toluca y la Ciudad de México, ha experimentado una reducción del 39.8% en sus niveles, lo que ha impactado el suministro de agua a miles de familias.
Colonias como San Lorenzo Tepaltitlán, Tlacopa, Guadalupe, Morelos, Club Jardín, Ángeles, Doctores, Santiago Miltepec y Rancho la Mora. sufren de una reducción considerable en el caudal y la frecuencia del agua potable, lo cual ha obligado a los residentes a buscar alternativas para cubrir sus necesidades básicas, invirtiendo en sistemas de recolección de agua pluvial y tinacos para almacenar el vital líquido.
Los vendedores y productores de tinacos han sido testigos directos de esta problemática, y aseguran que la demanda de estos recipientes ha experimentado un repunte significativo de hasta un 200% durante los primeros 2 meses del año con costos promedio desde los 2 mil hasta los 5 mil pesos
Esta cifra refleja la gravedad de la situación y evidencia la magnitud de la crisis hídrica que enfrentan municipios como Toluca.
La falta de agua no solo afecta las actividades diarias de las personas, sino que también tiene un impacto negativo en la salud, la higiene y el desarrollo económico de la región.
Una mayor inversión en infraestructura hidráulica, la promoción de prácticas de conservación del agua y la búsqueda de soluciones a largo plazo resultan vitales para garantizar un suministro sostenible y equitativo para todos los mexiquenses