La respuesta parece permanente: "No hay recursos", dicen las autoridades frente a la poca promoción cultural que hace el Gobierno del Estado de Coahuila. Los perjudicados son los creadores escénicos y la ciudadanía. La cultura cada día está más alejada de sus potenciales beneficiarios.
"Los patronatos, se ha dicho, siempre tienen, en teoría, el objetivo de apoyar, de fomentar, de coadyuvar al desarrollo del arte y de la cultura, pero no siempre resulta que favorecen la creación local", comentó Gustavo García, promotor cultural y artista escénico.
Muchos de los espacios culturales en Coahuila están cedidos en comodato a patronatos. De esta manera, la Secretaría de Cultura delega la administración de teatros y foros que deberían ser hogar y altavoz de las piezas que realizan los creadores escénicos locales.
"El estado, el gobierno cada vez se está deslindando más de su responsabilidad constitucional de ser el promotor, el facilitador, el coadyuvante del desarrollo cultural, social, artístico, en este caso", añadió García.
Aunque las autoridades estatales pretexten insuficiencia presupuestal o pocos recursos, el presupuesto de egresos del gobierno de Coahuila indica que, en 2024, para el concepto de servicios personales de la secretaría de cultura, se destinaron $148 millones 426 mil 317.53 pesos, es decir, el 60.59% del dinero de toda la dependencia, mientras que en 2025, el mismo concepto destinado a burocracia, fue objeto de un aumento para llegar a los $163 millones 924 mil 414.12 pesos, lo que equivale al 63.32% de los recursos.
"Paradójicamente se ha incrementado muchísimo el recurso destinado a la burocracia, y en especial a los altos mandos, a mandos superiores, mandos medios", agregó el también maestro.
El fenómeno pauperizador de la cultura en Coahuila está ligado a la privatización. La implementación de asociaciones civiles para administrar recintos, quitando responsabilidad al Estado y dejando en la incertidumbre a creadores y ciudadanía.
"Preocupa que, en el tema de la cultura, estas decisiones, estas acciones, pues revelen que hay esa orientación política de abdicar de la responsabilidad del estado y privatizar estos bienes públicos, eso parece".
La promoción cultural en Coahuila no vive sus mejores tiempos. Ser artista en el estado se ha vuelto un sueño casi imposible de alcanzar. En Coahuila faltan herramientas, recursos y voluntad para apoyar al talento coahuilense.