El fin de semana, un grupo de activistas decidió que una herramienta barata y cotidiana -un raspador de hielo de 17 centavos- podía convertirse en un mensaje político. Un mensaje que hasta el día de hoy comenzó a viralizarse en redes sociales
Lo hicieron en una tienda de Home Depot en Monrovia, California, donde transformaron una compra mínima en una protesta contra las operaciones migratorias que, denuncian, se han realizado en estacionamientos de varias tiendas del condado de Los Ángeles.
Cómo funciona la protesta del "compra y devuelve"
La acción fue sencilla pero calculada: decenas de manifestantes entraron a la tienda, compraron un raspador y después volvieron a la fila... para devolverlo.
La acumulación de clientes en atención al cliente ralentizó el funcionamiento del establecimiento por casi una hora.

El juego de palabras con "ice scraper" (remover el hielo) resume la intención: usar un símbolo cotidiano para evidenciar cómo, con organización, la comunidad puede detener un sistema -aunque sea por un momento
Lo que la acción reveló
Tras la serie de devoluciones, los manifestantes recorrieron los pasillos de Home Depot en una marcha silenciosa. Minutos después, la gerencia decidió cerrar la tienda temporalmente.
Para los activistas, ese cierre fue una señal clara: la empresa actúa rápido cuando se trata de una protesta, pero no cuando se habla de la presencia de agentes migratorios en sus estacionamientos.

El objetivo del movimiento es que la compañía condene públicamente las redadas en sus propiedades y deje claro que sus estacionamientos no deben utilizarse para sembrar miedo entre trabajadores, clientes ni jornaleros
¿Vendrán más protestas?
Los organizadores no descartan repetir la acción.
Para ellos, estos "microcolapsos" simbólicos en tiendas grandes funcionan como recordatorio de que las empresas tienen un papel en proteger -o abandonar- a las comunidades que las sostienen.