Colombia cerró 2023 con la mayor superficie de coca sembrada en su historia -253 mil hectáreas, según Naciones Unidas-, un aumento que mantiene bajo presión la relación con Estados Unidos
Sobre ese escenario, las advertencias del presidente estadounidense Donald Trump detonaron un cruce diplomático con el mandatario colombiano Gustavo Petro, quien respondió con dureza.
Mientras la ONU reporta un incremento del 53% en la producción de cocaína en Colombia -2.600 toneladas anuales-, el gobierno estadounidense insiste en que la droga que llega a su territorio tiene origen claro. Ese señalamiento, más político que técnico, encendió la discusión.

Trump afirmó desde la Casa Blanca que "cualquiera que produzca y venda cocaína a Estados Unidos está sujeto a ataques", sugiriendo que no solo Venezuela podría enfrentar acciones directas
La reacción de Petro: invitación irónica y defensa de soberanía
En lugar de responder siguiendo el mismo tono bélico, Petro decidió exhibir sus propios datos. Según él, su gobierno desmantela nueve laboratorios por día, acumulando más de 18,400 instalaciones destruidas desde agosto de 2022.
Pero la parte más llamativa fue su invitación pública: "Venga a Colombia y le enseño cómo se destruyen", escribió en X.

El mensaje cerró con un recordatorio explícito sobre límites diplomáticos: "No amenace nuestra soberanía, porque despertará el Jaguar"
Un conflicto que no comenzó hoy
El choque verbal se da en un momento personal tenso para Petro: su visa estadounidense fue cancelada en septiembre, y en octubre el Departamento del Tesoro lo incluyó en la llamada Lista Clinton acusándolo de ser "líder del narcotráfico".
El presidente colombiano sostiene que esas acusaciones provienen directamente de Trump: "Ya me calumnió, no continúe por ahí".
Petro ha criticado durante años la estrategia antidrogas de EE.UU., especialmente las operaciones navales en el Caribe y el Pacífico, donde han sido hundidas al menos 21 lanchas y han muerto 82 tripulantes.

Para él, culpar solo a Colombia ignora la responsabilidad compartida en una cadena global donde el consumo, el tráfico y la violencia se retroalimentan