La Cumbre Global de la Industria de la ONU, celebrada esta semana en Riad, puso el foco en un mensaje central: las alianzas bien construidas pueden transformar industrias enteras, especialmente en países del Sur Global
Desde la agricultura hasta la manufactura, las discusiones mostraron cómo la inteligencia artificial (IA), usada con responsabilidad, está empezando a resolver problemas que antes parecían inmanejables.
India fue uno de los ejemplos más comentados. Décadas después de que la Revolución Verde ayudara al país a combatir el hambre mediante técnicas científicas avanzadas, los costos ambientales del uso intensivo de fertilizantes impulsaron un giro hacia la agricultura orgánica. Hoy, empresas como Nature Bio Foods están demostrando que es posible producir alimentos de alta calidad sin deteriorar el suelo.

El modelo funciona gracias a miles de pequeños agricultores que cultivan de forma sostenible y obtienen un pago justo por ello. Esta propuesta llevó a la empresa a recibir el Premio de Innovación ONE World, un reconocimiento a su enfoque "del campo a la mesa", que abarca desde la siembra hasta el transporte con bajas emisiones
Alianzas que abren mercados
Nada de esto sería viable sin las alianzas detrás del proyecto. Nature Bio Foods trabaja de la mano con el Gobierno indio y con la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), que aporta conocimientos tecnológicos, inversión y acompañamiento para escalar operaciones.
La empresa ya conecta a casi 100 mil agricultores con el mercado global, y parte de las ganancias se reinvierte en agua potable y educación.
Durante el Día de Asociaciones e Inversiones, la IA fue un hilo conductor. ONUDI mostró casos donde esta tecnología ayuda a detectar desperdicio de alimentos, mejorar procesos industriales o conectar a gobiernos, empresas y academia para diseñar soluciones conjuntas.
La idea no es usar IA por moda, sino para resolver problemas reales: desde la acuicultura en Vietnam hasta la manufactura en Túnez.

Las discusiones cerraron con un punto clave: el crecimiento industrial debe ser sostenible, inclusivo y justo. De ahí surgieron nuevas colaboraciones en energía renovable, cadenas de suministro y apoyo a PYMES, junto con mesas de inversión que buscan atraer capital hacia proyectos verdes