Este miércoles por la mañana, los 133 cardenales llamados a elegir al sucesor del papa Francisco se reunieron en la Capilla Paulina del Vaticano, como parte del inicio del cónclave.
Desde ahí, se dirigieron en procesión hacia la Capilla Sixtina, donde quedarán encerrados hasta llegar a un acuerdo sobre quién será el próximo líder de la Iglesia católica.
Durante la caminata entre ambas capillas, los cardenales entonaron letanías y el canto Veni Creator, una tradición que simboliza la invocación del Espíritu Santo para guiar sus deliberaciones. El ambiente fue solemne y respetuoso, marcando el inicio de uno de los procesos más importantes del Vaticano.
La Capilla Paulina y la Sixtina están separadas solo por una gran galería conocida como la Sala Regia. Ambas forman parte del Palacio Apostólico y son espacios cargados de historia. La Sixtina, en particular, fue edificada y decorada en tiempos del papa Paolo III, entre 1535 y 1549, y es famosa por albergar las elecciones papales.
El ingreso a la Capilla Sixtina se llevará a cabo a las 8:30 horas del centro de México. Ahí, los cardenales permanecerán completamente incomunicados, sin acceso a teléfonos, internet ni contacto con el exterior, como lo exige la tradición para garantizar la confidencialidad del proceso.
También participaron en la ceremonia los secretarios de los cardenales, ceremonieros pontificios, diáconos y algunos prelados, aunque todos ellos debieron abandonar el lugar antes de que comenzaran las reuniones y votaciones, ya que solo los cardenales pueden permanecer durante el cónclave.
Está previsto que la primera votación se realice este mismo miércoles por la mañana. El resultado podría conocerse alrededor de las 11:00 horas del centro de México, a través del tradicional humo que saldrá de la chimenea instalada en el techo de la capilla: si es blanco, significa que ya hay nuevo papa; si es negro, que aún no hay acuerdo.
Este sistema de señales mediante humo es una de las formas más antiguas que el Vaticano mantiene para informar al mundo sobre el avance del cónclave. Mientras tanto, millones de personas esperan atentos al desenlace de esta elección que definirá el rumbo espiritual y moral de la Iglesia católica.
El próximo papa enfrentará retos importantes en un mundo marcado por el cambio social, la pérdida de fieles en algunas regiones y la necesidad de reformas dentro de la propia Iglesia. El cónclave que hoy inicia podría definir el rumbo de los próximos años para los católicos en todo el planeta.
