Aunque el Día del Padre no suele tener la misma efusividad comercial que el Día de la Madre, sí refleja con fidelidad las transformaciones dentro del hogar mexicano
Este año, los regalos y celebraciones en torno a papá muestran una mezcla de afecto, funcionalidad y sobriedad económica, de acuerdo con un sondeo realizado por la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
Según los resultados, los regalos más comunes en 2024 serán principalmente prácticos. Más de la mitad de las personas encuestadas (51.9%) planea regalar ropa -camisas, cinturones o carteras-, seguidos de perfumes o lociones (20.5 %), bebidas como cervezas o vinos (9.9%), chocolates o botanas (6.4%), calzado (6.0%), herramientas (4.2%) y artículos de electrónica o accesorios (2.8%).
Se prioriza lo funcional sobre lo lujoso. Se elige aquello que papá pueda usar en su día a día, en lugar de objetos caros o de entretenimiento
Regalos accesibles, pero más caros que el año pasado
Los precios se adaptan a todos los bolsillos, aunque con aumentos. Camisas o pantalones oscilan entre $450 y $1,000; calzado, entre $500 y $1,400; accesorios como carteras, cinturones o lentes, entre $400 y $1,200. Artículos para el cuidado personal y afeitado rondan entre $550 y $1,350.
En promedio, esto representa un aumento del 18 % con respecto al año anterior.
¿Cómo se celebra a papá?
La mayoría de las familias mexicanas opta por celebraciones caseras y sencillas. El formato más popular consiste en reunirse en casa con una comida preparada por mamá (mole, pozole o carnitas), bebidas y un pastel.
Esta opción cuesta alrededor de $2,000 para diez personas
En segundo lugar está la carne asada en casa o en un parque, con un gasto aproximado de $5,000. Por último, la opción de salir a comer a un restaurante, aunque deseada, es poco frecuente por su alto costo: unos $7,000 para el mismo número de personas.
Una figura paterna en transformación
Más allá del consumo, el Día del Padre también pone sobre la mesa un cambio profundo en el papel del padre dentro de la familia. Según Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC, el ingreso de la mujer al mundo laboral -impulsado por presiones económicas- ha modificado la antigua lógica del padre como único proveedor.
Esto ha generado una redistribución de las tareas del hogar y nuevas dinámicas familiares.
"El tradicional poder paternal ha cedido espacio a una mayor autonomía dentro del hogar", señala Rivera.
Si bien esto ha abierto caminos hacia la equidad, también ha dejado cierta orfandad simbólica: algunos hijos ya no tienen figuras claras que deseen imitar o seguir
Otra razón detrás de las celebraciones modestas es que muchos padres siguen sintiendo el deber de cuidar el gasto familiar, incluso en su propio día. "¿Para qué celebrar en grande si al final yo lo pago?", dicen algunos, evidenciando que la mentalidad del proveedor todavía pesa.
Además, la fecha coincide con gastos escolares, graduaciones y preparativos para las vacaciones de verano, lo que limita aún más el presupuesto.
"Si bien no se alcanza el despliegue emocional ni el gasto del Día de la Madre, el Día del Padre sigue siendo un momento de afecto, y el pequeño comercio está ahí para acompañar, abastecer y reflejar la realidad de las familias mexicanas", concluyó Rivera