En Matamoros y Viesca, las y los habitantes de comunidades ejidales permanecen en alerta por el crecimiento del río Aguanaval. En años recientes, la creciente del río ha provocado evacuaciones: en 2024 familias de Santo Niño Aguanaval fueron trasladadas de manera preventiva, y en 2022, residentes de Flor de Mayo, San Pedrito, La Barca y Petronilas también tuvieron que salir de sus comunidades.
Vecinos atentos al nivel del río
En el ejido El Fresno, los habitantes reportan que el caudal actualmente es bajo, pero temen que pueda aumentar rápidamente. "Ahora está llegando muy poca agua, pero en cualquier momento puede llegar porque está lloviendo mucho en Zacatecas y si llega más de 600 arriba entonces sí hay problemas, aquí se brinca el agua," dijo Vicente Reyes, habitante de El Fresno
En El Dólar, la población permanece vigilante y sigue las indicaciones de autoridades locales, ya que históricamente el desbordamiento ha provocado incomunicación al superar el puente que conecta con la cabecera municipal.
"Hay gente, hay chavos que están chequeando de aquí de un lado y de aquí del otro cuánto lleva. Tanto ya bajó, ya subió. Aquí en el puente están policías de este lado, policías del otro lado; hay chavos que están chequeando," comentó Lázaro Flores, habitante.
Crecida del río también beneficia a productores
Aunque la creciente genera preocupación, los agricultores ven en ella una oportunidad para mejorar sus cosechas. "A los que tienen sus tierras les favorece mucho, entonces pues tienen todos sus terrenos para este lado y les favorece mucho," señaló Óscar Contreras, habitante del ejido El Dólar.
Las autoridades municipales de Viesca y Matamoros, en coordinación con el gobierno de Coahuila, continúan monitoreando los puntos críticos y exhortan a la población a mantenerse informada únicamente a través de canales oficiales para evitar rumores y falsas alarmas.